Mala gestión de las becas Hàbitat Artistic del Ayuntamiento de Castellón de la Plana
Las ayudas a la Investigación artística son algo necesario en la sociedad contemporánea, algo sobre lo que no existe margen de discusión, que deben proliferar para consolidar un tejido frágil y desestructurado como es el de la creación. Es incuestionable que la investigación artística es un ámbito realmente beneficioso para la ciudadanía como valor y como motor de dinamización social en sí.
Para que ello suceda es necesario mimar el ámbito en el que se invierte todo ese potencial económico, generar un caldo de cultivo propicio para que los frutos nos reviertan su mejor calidad.
Es muy alto el grado de competitividad al que debe de hacer frente una carrera artística en la consecución de las escasas ayudas que ofrece el panorama de subvenciones en el ámbito nacional; en ocasiones ello implica destinar años a la presentación de candidaturas y anteproyectos, que de ninguna manera se rentabilizan de cara al aspirante si no es por la satisfacción de poder dedicarse a aquello que se desea. No hablemos ya de las casi inexistentes posibilidades de profesionalización de este tipo de investigadores consagrados a los contenidos artísticos y culturales.
Estos programas de desarrollo, a menudo, quedan a merced de decisiones de terceros que ostentan cargos en la administración publica, una administración que por ley, debe destinar parte de los fondos que maneja a subvencionar estas actividades sin que se acabe de entender muy bien porqué. Es frecuente encontrar entre estos responsables personal poco experimentado, pasota, con falta de conocimientos sobre el ámbito en el que interactúan, que ostentan cargos sobrevenidos ejerciendo políticas de actuación de dudoso rigor profesional, que en muy extrañas ocasiones afrontan con seriedad y profesionalidad la tarea que se les encomienda.
Desgraciadamente este ha sido el caso de la Edición 2016 de las Becas Hàbitat. Recordemos que en este programa a los beneficiarios se les retribuye con una ajustada cuantía mensual y se les exige establecer su residencia en la ciudad de Castellón (salvo en la modalidad de la Beca Hàbitat Abroad en la que se fija la residencia del beneficiario en Berlín), para poder desarrollar su proyecto en un contexto propicio acompañado de actividades formativas complementarias.
Durante la presente edición, la falta de interés en el programa de los órganos responsables ha sido evidente, tanto por parte de la Concejalía de Cultura como del Espai d’Art Contemporani y de las instituciones que se han ido sumando para ofrecer soporte, tanto por parte de la Casa de la Cultura como del Museo de Bellas Artes. Por parte de todos aquellos responsables que intervienen -que han sido muchos- continuamente se ha mirado para otro lado en el desempeño de las responsabilidades de gestión y organización, la falta de infraestructura y coordinación ha sido el eje clave que ha condicionado el programa, y la promesa de actividades complementarias y de calidad ha quedado en eso, en una promesa.
Creemos que la Regidora de Cultura del Ayuntamiento de Castellón, Dña. Verónica Ruíz, se encuentra ciertamente confundida al entender la condición de los artistas de las Becas Hàbitat Artistic bajo la condición de estudiantes; seguramente, tras los más de 15 años de experiencia profesional de alguno de ellos –pese a los continuos procesos de aprendizaje que toda actividad profesional conlleva-, el que se les atribuya la condición de estudiante con el fin de declinar responsabilidades puede generar algunas susceptibilidades.
Resultan alarmantes las continuas muestras que, tanto desde el consistorio como desde la institución de apoyo (EACC), denotan que no se valora el potencial investigador, y que la cultura emergente trae sin cuidado. Ejemplo de esto que apuntamos es la manera en la que se han entendido los requerimientos básicos para el desarrollo y consecución de los objetivos planteados en cada proyecto, o la forma en la que han sido presentados; días después de la inauguración de la muestra ya era evidente la falta de mantenimiento de la muestra en el Hall del Museo de Bellas Artes, en la que algunas de los videos dejaban de ser proyectados en horario de visita.
Desde el ámbito profesional exigimos a estos responsables políticos que no se tomen sus competencias a la ligera y reflexionen con cierta actitud crítica sobre su cometido, de forma que si contemplan que el ámbito que les compete excede sus conocimientos, busquen asesoramiento en los adecuados responsables cualificados con el fin de reformular las exigencias y dispensar la atención que requiere un programa tan ambicioso y necesario.